Cerro de los Santos, Montealegre del Castillo (Albacete)

La significación del Cerro de los Santos en nuestra arqueología y la necesidad de intentar depurar sobre el terreno los datos y materiales, como labor previa al deseado y necesario estudio monográfico, y de otro, la generalizada idea del trastorno y agotamiento de la estación tras las vicisitudes de primera hora y subsiguiente olvido del paraje por la mayoría de los arqueólogos, han sido, respectivamente, acicate y freno para acometer (enlazando con las únicas excavaciones científicas verificadas allí por Savirón hace casi un siglo) unos trabajos que se ajustaran a las normas de la investigación. Es indudable que el actual afán revisionista de nuestros viejos yacimientos y hallazgos hubiera hecho prevalecer, en el ánimo de los presuntos excavadores, los sentimientos de interés y esperanza sobre los de escepticismo y reserva. Pero faltaba una circunstancia favorable o un hecho afortunado que adelantase la hora de las excavaciones en el cerro, y ello ocurrió con motivo de una rápida visita girada al lugar, en el verano de 1960, por el entonces director general de Bellas Artes, don Gratiniano Nieto, que produjo el hallazgo de una estatua varonil, acéfala, hoy dignamente expuesta en el museo de la Casa Municipal de Cultura, de Yecla, junto con otros fragmentos escultóricos recogidos con esa ocasión. La leyenda de la esterilidad del cerro quedaba rota y moralmente libre el camino para volver a él. Como así sucedió merced al interés y estímulo de la expresada Dirección General y a la autorización de los señores hijos de Zuazo Palacios, propietarios del terreno, siendo comisionados por orden de 4 de agosto de 1962 para efectuar estos trabajos el finado don Joaquín Sánchez Jiménez y quien esto escribe.